El Refugio
En una vasta área de extensos campos de cultivo, con las vistas a la Tramuntana como telón de fondo, nace una vivienda pensada como refugio.
Un lugar donde cobijarse del sol y del viento en una área donde la sombra escasea.
El proyecto se desarrolla en el municipio de Sa Pobla, una de las zonas más rurales de Mallorca. Estas connotaciones rurales marcarán el carácter del proyecto desde su concepción.
La vivienda se implanta en una extensa parcela agraria formando parte de un conjunto de parcelas de cultivos en las que las edificaciones aparecen salpicadas en el paisaje. Desde el primer momento, el carácter del lugar marca el desarrollo del proyecto, tanto en su morfología como en su materialidad.
Muros de hormigón que funcionan como fortaleza y que se fusionan con trabajos artesanales. La dualidad entre innovación y tradición fueron puntos clave en la propuesta.
El proyecto se entiende como una cubierta que se pliega y se extrusiona longitudinalmente formando bajo ella los distintos espacios de la vivienda
Porches cubiertos y patios se relacionan en todo momento. Interior y exterior se funden, focalizando las vistas a los campos colindantes y a la sierra de la Tramuntana. La fachada se presenta opaca y contundente. La cerámica se utiliza como excusa para conectar la vivienda con el lugar y con la arquitectura rural.
Los terrenos rojizos y arcillosos, junto con la arquitectura vernácula de la zona, fueron clave para proponer elementos de cerámica en crudo que permitieran confeccionar la imagen y sensaciones del proyecto.
En el interior se consigue una conexión directa con el exterior mediante la continuidad espacial de los techos.
Se repiten los planos inclinados de la cubierta a lo largo de todo el proyecto, dotando de personalidad a cada una de las estancias.