Casa Javis
La nueva casa de Javier Calvo y Javier Ambrossi: “Queríamos mudarnos a una vivienda que pareciera una casa de vacaciones, donde siempre fuera verano”.
Directores, guionistas y productores, Javier Calvo y Javier Ambrossi estrenan casa en Madrid: una fantasía hecha realidad gracias a la arquitectura del estudio Mesura y la técnica constructiva de Viraje.
Mayo extiende su párpado azul sobre Madrid y las ramas de un enorme alcornoque, símbolo de libertad y protección, nos dan la bienvenida desde el jardín.
Los directores, guionistas y productores Javier Calvo y Javier Ambrossi nos abren las puertas de su nueva casa y nos saludan con entusiasmo. Se trata de una vivienda unifamiliar concebida por los arquitectos Benjamin Iborra y Raúl Hinarejos. Este tándem creativo ha hecho realidad el sueño de Los Javis en apenas tres años: un tangram de patios y muros de hormigón donde los pilares y las vigas brillan por su ausencia.
“Queríamos mudarnos a una vivienda que pareciera una casa de vacaciones, donde siempre fuera verano. Un hogar que nos hiciera sentir que todo nuestro esfuerzo ha valido la pena”, explica Ambrossi.
Un decorado irresistible para vivir y convivir.
Las perritas Mary y Susi son las centinelas de una parcela donde la naturaleza se funde con la arquitectura en un baile perfecto. El jardín central, con piscina y barbacoa, es un captador de luz natural que dota de encanto y alma al espacio. El paisajismo, de Ambienta, dibuja un decorado irresistible para vivir y convivir con los numerosos invitados que reciben a diario.
“Esta casa es muy social. Siempre hay gente, siempre hay fiestas, siempre hay alguna lectura de guion… Queríamos un lugar que no solo fuera para nosotros, sino también para nuestra familia y nuestro trabajo. Es también un espacio creativo”, señala Calvo.
La funcionalidad de la vivienda sigue la idea de crear una planta baja más pública con espacios de día
–salón, comedor, cocina, estudio y habitaciones de invitados– y un primer piso más privado, con el dormitorio y baño principales, vestidor y terraza. Sin olvidar el sótano, que a falta de una colección de coches que precisara de un enorme garaje, alberga una discoteca, una sala de cine y un pequeño gimnasio. Todo ello se sustenta dentro de un espectacular esqueleto de muros de hormigón en color blanco roto.
Obras de arte y clásicos del diseño cuidadosamente elegidos.
La decoración lleva el sello de Minim, que ha trabajado mano a mano con Los Javis y Mesura para la selección de las piezas. Y lo cierto es que el catálogo de iconos del diseño es infinito miremos donde miremos: butacas Bambole, de Mario Bellini; lámparas de Isamu Noguchi; sillones Lounge Chair y otomanas, de Charles y Ray Eames para Vitra; una mesa Ava, de Foster + Partners para Molteni&C; o varias creaciones de Konstantin Grcic. Mención aparte merece su colección de obras de arte, con nombres tan heterogéneos como Sara Regal, Albert Madaula, Barquero, Nacho Torra o Fabio McNamara.
“Todos estos años hemos sido muy felices en nuestro pisito de Malasaña, pero tocaba un cambio que reflejara nuestro momento vital.
Javi y yo escribimos mucho y a menudo hemos sentido la necesidad de escaparnos a Ibiza para hacerlo con tranquilidad. Solíamos alquilar una casita y nos íbamos allí a dar forma a La Mesías o Veneno. Escribir no solo es el acto mecánico, sino que implica leer, pensar o pasarte días enteros sin que te surja ninguna idea. Por eso necesitábamos un espacio donde pudiéramos sentirnos inspirados y cómodos, y que nos ofreciera la posibilidad de dar una vuelta por el jardín para desatascarnos. Nuestra nueva casa cumple ese propósito. Tenemos un jardincito donde sentarnos y estar a gusto, con las perras felices corriendo de un lado a otro”, cuenta Ambrossi.
Mientras hablamos, los anfitriones nos guían como si nos contasen una película:
la casa no se descubre de golpe, sino mediante secuencias que revelan multitud de espacios diáfanos atravesados por la luz y rincones llenos de detalles inesperados. Hay ecos de la Villa Arpel que Jacques Tati convirtió en icono en el filme Mon oncle, pero con un carácter más práctico y habitable. “Hacer esta casa ha sido como rodar una película. Cuando realizamos un proyecto siempre nos gusta juntar gente, reunir talento y aprovecharnos de distintas visiones para crear algo nuevo. De hecho, como suele pasar cuando tienes una idea y escribes un guion, al sentarnos por primera vez y hacer el primer dibujo, la casa surgió casi tal y como la vemos”, explica Calvo sobre su relación con los estudios Mesura y Viraje.
Arquitectura honesta y detalle definido.
Todo lo que vemos a nuestro alrededor –192 piezas de hormigón únicas que parecen esculturas y que pueden llegar a pesar 20 toneladas– responde al match perfecto de Viraje y Mesura. “Todo parte de la reflexión de hacer lo que en Mesura llamamos una arquitectura honesta: la piel de la casa enseña la propia tectónica de su construcción. Conociendo la complejidad geométrica de la planta y a través de una crujía razonable, decidimos trabajar con placas repetidas en las zonas ortogonales y dejar las triangulaciones como patios secundarios. Hemos llevado el sistema industrializado a otro nivel en las intersecciones entre la ortogonalidad y la curva mediante grandes losas prefabricadas y definidas al milímetro” – Benjamin Iborra.
Viraje, a través de su marca Ubiko, ha aportado la definición del detalle y la mencionada técnica constructiva.
“La industrialización es un medio para conseguir una buena arquitectura, que es el fin. Nosotros estandarizamos procesos, no piezas. Por eso las casas son únicas. Este sistema genera menos residuos –un 63% menos en este caso– y acorta los tiempos de construcción; es más preciso, más seguro y más eficiente”, apunta Raúl Hinarejos.
¿El plan perfecto? El plan A.
Nunca hay planes B, C o D. “Lo hacemos y ya vemos” es el lema que rige una carrera y una vida donde siempre hay un plan A. No dependen de la aprobación de nadie. Claramente, el éxito es volver a casa, llenarla de amigos, hacer un “jueves de pelis” con Brays Efe y que Susi te busque la mano con su trufa húmeda para que le acaricies el lomo.
[ Textos por Iñaki Laguardia – Architectural Digest Spain ]
Fotografía: Pablo Zamora / Estilismo: Ana Rojas / Asistentes estilismo: Esther Pastor y Lucía Sobas / Asistentes fotografía: Edu Orozco y Daniel Carretero.
Proceso constructivo
[ Fotografía de obra ] David Zarzoso