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Casa Atrio
Esta vivienda se encuentra en una zona residencial tranquila, rodeada de campos de algarrobos y pinos en la localidad de Marratxí, cercana a Palma.
La parcela es rectangular y con una topografía prácticamente plana, por lo que la forma de la vivienda no está condicionada por estos factores. Se parte de la orientación para definir la distribución en forma de L y aprovechar al máximo las horas de sol, así como el vínculo de la vivienda con el patio como protagonista. La zona noble de la vivienda está orientada al sur mientras la zona de servicio, más cerrada, queda al norte de la parcela.
El acceso a la parcela desde la calle se produce a través de un camino que se dirige a un porche cubierto, marcando la entrada a la vivienda.
A la izquierda de éste, un ventanal permite intuir el movimiento del agua de la piscina, atravesando el salón. Junto al acceso se encuentra el salón-comedor, vinculado al porche principal a través de un gran hueco acristalado que permite percibir estas dos estancias como un único espacio que al estar cubierto se puede utilizar en cualquier época del año.
Esta sensación de continuidad visual se enfatiza utilizando el mismo pavimento tanto en interior como en el exterior.
Al otro lado del acceso se encuentra la cocina, separada de la zona de día por un cerramiento de vidrio.
Este espacio está vinculado al exterior por un ventanal con vistas a un gran olivo que sirve de tamiz y hace de filtro con la zona de acceso a la vivienda desde la calle. Los dormitorios de los distintos miembros de la familia aparecen de forma escalonada, con el dormitorio principal en el extremo del pasillo.
Este escalonamiento se traslada a la fachada en forma de porches.
Además de generar unos espacios privados por estancia, enmarcan desde el interior unas visuales de la zona de piscina. A su vez, producen un juego de luces y sombras que los convierten en espacios cambiantes a lo largo del día. Al fondo de la parcela aparece un volumen independiente de la vivienda, un espacio donde aislarse sin perder la conexión con el resto del conjunto de vivienda.
El patio exterior y zona de piscina, acotado tanto por el volumen exento como por la vivienda, es el elemento que une todos los espacios y aporta unidad al conjunto.
Se genera al mismo tiempo la intimidad que un hogar requiere y hace un guiño a la configuración típica de las viviendas mediterráneas.
«Es un proyecto que evoca un habitar sencillo en una sola planta, sumado a la sobriedad de los materiales y serenidad de los muros de hormigón prefabricados blancos».